La deficiencia de vitamina C puede tener consecuencias muy graves o pasar desapercibida. Hoy en día, casi todo el mundo consume algo de vitamina C en su dieta por lo que estoy segura de que no estás en peligro de sufrir escorbuto.
Pero recordá que hay que añadir mucha vitamina C a tu dieta porque puede:
- Prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que regula el suministro de sangre y oxígeno al corazón. Además, reduce los radicales libres que se forman en el interior del corazón y mitiga los coágulos sanguíneos para que este órgano funcione correctamente.
- Reduce el riesgo de apoplejía en casi un 50%.
- Retrasar la aparición de arrugas ya que esta vitamina ayuda a sintetizar colágeno, una proteína que ayuda a mantener la elasticidad en tu piel.
- Reforzar tu sistema inmunitario al destruir los radicales libres que nos hacen enfermar y ser un gran agente antiinflamatorio y protector.
No te olvides de comer cítricos, verduras y tomar un suplemento rico en vitamina C. El otro día leyendo y leyendo sobre ésta vitamina me encontré con la noticia de que ¡Las cerezas son la fruta con mayor concentración de vitamina C! Con lo ricas que son no hay excusas!
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