Mente sana, cuerpo sano

Para poder mantener un cuerpo sano y una mente sana, necesitamos realizar ejercicio.
Aunque estés muy ocupada a lo largo del día intentando prestarle la debida atención a tu trabajo, familia y amigos, siempre podes hacer un huequito para ponerte en forma.
Y de hecho, en el momento en que lo hagas, descubrirás que te sentirás con más energía, te librarás de parte de las preocupaciones y estrés acumulado y tu salud en general mejorará.

¿Sabías que en la antigua Grecia, el deporte formaba una parte tan importante en la vida de las personas como los estudios intelectuales?

Hoy en día, para muchas personas, el ejercicio no tiene tanta (o casi) importancia y nos encontramos plagados de problemas como la obesidad, el cáncer y muchas otras enfermedades. Si no cuidamos de nuestro cuerpo, éste acaba enfermando y, poco a poco, nuestra salud mental se ve también afectada con problemas de ansiedad, depresión, etc.
Si te fijas, por lo general, aquellas personas que se mantienen activas y en forma poseen una actitud positiva en la vida y están llenos de vitalidad.

Como ya te he comentado en otras ocasiones, nuestro cuerpo libera unas sustancias químicas durante el ejercicio que afectan de forma positiva nuestro humor y nos provocan una gran sensación de bienestar.

Si padeces ansiedad y ataques de pánico a menudo, condiciones caracterizadas por una gran sensación de miedo o preocupación, pulsaciones elevadas, sudores y comportamiento impaciente, realizá ejercicio de forma regular y verás como tus niveles de ansiedad se reducen significativamente proporcionando a tu mente una distracción del dichoso estrés, reduciendo tus pulsaciones y presión sanguínea en reposo.

Ahora que sabes ésto, no tenes excusas. Empezá a practicar algún ejercicio aeróbico durante 30 minutos, 3 veces por semana como caminar a paso rápido, correr, nadar, andar en bicicleta, jugar al tennis... Las posibilidades son casi infinitas.

CUIDATE: REALIZÁ EJERCICIO A MENUDO.