La caléndula, un bálsamo para la piel












La caléndula, cuyas bonitas flores naranjas adornan jardines y terrazas, es uno de los remedios herbarios más eficaces para el cuidado de la piel. Gracias a sus propiedades antisépticas, cicatrizantes y antiinflamatorias ayudan a cerrar heridas y rasguños evitando que se infecten. Actúa también como un bálsamo sobre rojeces, rozaduras, picaduras de insectos y medusas. Las mujeres que dan el pecho encuentran el alivio al aplicarla sobre los pezones doloridos.
Suaviza durezas, ayuda a eliminar granos, combate infecciones como el pie de atleta y muchas pomadas la incluyen para tratar quemaduras leves.

En el botiquin de casa: pueden prepararse compresas con los pétalos, pero de todas formas, en el mercado abundan cremas, lociones y pomadas a base de caléndula, muchas de ellas indicadas para la delicada piel del bebé.

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