Cómo comer sano en el trabajo












Debido a la presión propia del trabajo y los problemas personales descuidamos olímpicamente nuestra alimentación, nuestra principal fuente de salud y vida.

Sin embargo, este problema puede remediarse siguiendo estas pautas que te ayudarán a elegir mejor tus comidas, y así evitar problemas de salud que afecten tu productividad en el trabajo.

  • Elegí la combinación más saludable. Un perfecto almuerzo saludable consistiría de una ensalada de verduras como entrada; un pescado blanco o una carne cocida a la plancha como plato de fondo; un pedazo de fruta, queso fresco o una porción de yogur como postre; y un jugo natural de bebida.
  • Menos café y alcohol. Ciertamente las empresas no deberían promover el consumo del café porque pone a los trabajadores más tensos y nerviosos, pero lamentablemente el café está muy enraizado en la cultura organizacional de casi todas las empresas. Si bien en las reuniones y compromisos de trabajo circula el alcohol, su consumo siempre debe ser moderado. Sería terrible que tu jefe te viera borrachita por ahí, ¿no?
  • Masticá despacio. Por más apurada que estés, si comes rápido te vas a arrepentir después porque tu comida no va a digerirse bien, y hasta te van a venir eructos o gases, entre otras molestias. Asimismo, tampoco tenes que comértelo todo, come hasta donde puedas, así te evitas la panza y la pesadez.
  • Caminá después del almuerzo. El peor error que podes cometer es sentarte en tu silla después de almuerzo. Por más que tengas que comer en tu escritorio, procurá caminar por unos 10 minutos. Esto ayuda a hacer la digestión, desconectarte de la oficina y aliviar el estrés.
  • Elegí el restaurante más sano. Elegí un restaurante de comida variada, alejate de los fast-foods o restaurantes de un solo tipo de comida. Una dieta saludable de basa en al variedad y en el bajo contenido de grasa. Así que siempre dale una mirada al menú antes de entrar.
  • Equilibrá tu dieta. Una dieta equilibrada es aquella que reúna las calorías adecuadas para vos a lo largo del día, no en una comida específica. Los excesos del almuerzo pueden compensarse en casa, pero para ello es mejor la asesoría de un nutricionista para que te ayude a calcular las calorías que necesitas y los alimentos que debes reducir o eliminar.
  • Elegí platos de fácil digestión. Evitá las comidas pesadas y grasosas que provoquen fatiga y pesadez estomacal. Tené en cuenta que en la oficina tenes que mantenerte ágil y alerta, por eso consumí más verduras, más frutas y más lácteos.
Ideas para comer en el trabajo

Planificar tus comidas de antemano es importante. Aún lo es más si soles comer fuera de casa y tenes que prepararte buenos platos para no acabar desfallecida y comerte lo primero que caiga en tus manos durante tus horas de trabajo.

Olvidate del típico sandwich y bolsa de papas fritas, llenos de energía (calorías) y escasos en nutrientes. Equilibrá tu taper con alimentos ricos en proteína e hidratos de carbono.

Platos principales:
* Sopas. Prepará sopas en casa (de verduras, de carne, de pescado) y conservalas calentitas en un termo con un buen cierre.
* Ensaladas de arroz, pasta, lentejas con verduras y hortalizas troceadas, semillas y frutos secos. Añadí proteína en forma de pollo, atún, o milanesas de soja.

Tentempiés:
* Fruta fresca
* Verduras y hortalizas troceadas
* Frutos secos

Postres:
* Fruta añadida a un yogur natural es una deliciosa y saludable combinación.

La variedad y el equilibrio en tus combinaciones será la clase de tu éxito.

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